Siempre había sentido curiosidad por meterme un puño en el agujero. Recuerdo haber intentado durante muchas horas meterme el puño en el culo y sentirme muy orgulloso de mí mismo cuando casi lo conseguía. En aquella época ni siquiera sabía lo que era el lubricante para el fisting. Entonces ocurrió el encierro y tuve tiempo de dominar el arte del autofisting. Estaba listo para abrirme al MUNDO. Ashley y Portus me dominan en este video y no me dan tiempo para descansar. Está muy claro que mi propósito allí es tomar sus puños y ser un buen chico.