Después de ser follada por su enorme polla y de recibir una buena fuente de proteínas por el semen que me echó por toda la cara, mi cuerpo quedó suelto y listo para el fisting. Esta fue la primera vez que recibí un puño de esta coloso sexy, ¡y no será la última! Me golpeó a cuatro patas mientras yo me echaba hacia atrás en sus brazos. En un momento dado, me di la vuelta y me tumbé de espaldas con las piernas en el aire mientras me daba puñetazos en mi húmedo agujero.