Debía de estar a medio camino del bloqueo 3.0 en Londres, y las normas de lo que podíamos y no podíamos hacer cambiaban a diario. Los gimnasios y las iglesias estaban cerrados mientras que las saunas y los balnearios estaban abiertos. Por un momento me alegré de vivir en una sociedad patriarcal, ya que eso significaba que los heterosexuales no tenían ni idea de lo que ocurría en un balneario gay 🤣.
Llegué y había una gran cola para la entrada. Mi agujero se retorcía ante la idea de que todos estos hombres cachondos estaban listos para dejar caer sus cargas en un culo de zorra. Recuerdo que en un momento dado, estaba en la sala principal completamente desnuda ofreciéndome a quien quisiera, sin rechazar ninguna carga. Había unos 15-20 tíos usando y ando de mis agujeros, corriéndose y meando por todas partes y dentro de mí. Cuando miré el reloj, ya habían pasado tres horas. Fui a la sala del café para tomar un pequeño descanso y dejar que todo el semen de mi culo se asentara en mis entrañas (siempre guardo las cargas dentro). Fue en la charla general que conocí a Hung Pig. Estuvimos hablando de nuestras vidas putas y de nuestras historias sexuales y no tardé en mencionar que tenía un y que había hecho un poco de porno.... ¡Y así fue como se produjo mi primera colaboración! Hung Pig me mostró su perfil y me preguntó si debíamos ir a un cubículo privado para que pudiera añadir su carga en mí y filmarlo para ustedes, gente hermosa. Aquí está, La primera vez que me sembró el cerdo colgado ...